sábado, 20 de agosto de 2011

"El Fantasma Del Salòn 5"

“EL FANTASMA DEL SALÒN 5”


Escena I
Voz: ¡Rocío!, ¡dale despertate ya son las 7:00!
Rocío se levanta, desayuna, y se va camino al liceo.
Camila la espera.
Camila: ¡Por fin llegó la reina del sueño pesado!
En el camino se les suman Leandro, Tomás y Guzman.
Leandro: ¡Gurisas acá!
Camila: Eh! ¿Quién nos llama?
Rocío: Son los gurises, para, vamos a esperarlos.
Se saludan entre todos y llegan al liceo, donde esperan Verónica y Bethania.
Verónica: Mirá Bethania allá viene los gurises y las chiquilinas.
-Se saludan-
Guzman: ¡Vamos! denle que ya sonó el timbre.

Narrador: Ese día era uno más, como todos.

Escena II

¡Riiiinnngg!
Prof. Biología: ¡Uy que frío!
Extra: Hay si profesora, que frío y eso que está la estufa prendida.
Prof. Luisana explica algo en el pizarrón y todos atienden.
-Se abre la puerta sola-
Guzmán: ¡Pase, pero cierre la puerta!
-La puerta se cierra sola-
Narrador: Todos se asustaron mucho.
Prof. Luisana: Quien sabe gurises, hay muchas cosas que no vemos pero que están.
-La puerta se vuelve a abrir sola y todos gritan-
Narrador: Entre medio de las dos horas hubo un recreo. Todos hablaban sobre lo sucedido en el salón de clases.
Extras: “Chismean” sobre el amorío de el Prof. De Gimnasia con la Prof. De Catequesis.

Escena III

-Salen del liceo-
Leandro: ¿Vamos a la plaza?
-Van a la plaza. En eso llegan corriendo Antonella, Loli, y Agustín, se saludan y siguen rumbo a la plaza.-

Tomás: Para mí ha algo en esa clase… tendríamos que llamar a “Voces Anónimas”, jaja.
Todos: Jaja, ¡pfff...! 
Rocío: Si, la puerta se abrió y cerró “sola”
Leandro: Uhh, que miedo, acá hay fantasma encerrado.
Camila: ¿Van a ir el sábado que viene al baile?
Bethania: Sí, yo oí algo, lo organiza 5º.
Camila: ¿Pero van o no?
Todos: ¡Sí!
Vero: ¿Puedo llevar a Loli?
Todos: Obvio.
Agustín y Antonella: ¿Podemos ir?
Rocío: Anto, vos si… pero vos Agus… sos muy chico.
Agustín: ¡¿Chico!?, disculpá, ¡tengo 8 años!
Rocío: Si Agustín re grande sos, ¿te creés que mamá te va a dejar?
Agustín: Bueno si, esta bien, no voy, ¡no voy!
Tomás: Tranquilo Agus, algún día crecerás… ¡jaja!
(Risas; y continúan hablando)

Escena IV
Narrador: Era ya lunes y volvían a tener biología. Todos estaban muy atentos a lo que la Profe decía.
(Lámina cae sobre  extra: Pablo)
(Prof. Luisana la vuelve a colocar) (x4)
Rocío: Che, Lelu, es muy raro esto que pasa…
Leandro: ¿Qué, que cosa?

Rocío: ¡¿Cómo que cosa?! La lámina, ¿no vistes que se calló?, ¿en que pensás Leandro?
Leandro: En Bethan… en nada, nada, nada…
Rocío: ¡Oopa!

Escena V
Narrador: Los chicos se volvieron a encontrar en la plaza. Hoy se les sumaría Lea, la hermana de Guzman.

Bethania: Son muy raras todas estas cosas… que están pasando en el salón.
Leandro: ¡Si es verdad! Raro, muy raro, rarísimo.
Guzman: ¿Pongo música?
Tomás: Sí, poné Daddy Yankee.
Lea: ¿Será que hay un fantasma en su clase?, yo e leído mucho sobre esto, y miren que Guzman me contó todo… es muy posible que haya algo más ahí…
Camila: Además, la puerta y la lámina actuaron “solas”…
Vero: Además, lo raro es que es siempre con la misma profesora.
Bethania: ¿Y por qué no investigamos la noche del baile?
Leandro: ¡Sí, excelente idea!
Tomás: Mmm… se me está ocurriendo un plan…

Escena VI
Narrador: Todos estaban en la puerta del liceo, esperando para entrar al baile. El baile terminaría a las 12, ellos entrarían en acción a las 11.
Agustín se infiltra.
Rocío: ¡Agustín!, ¿que hacés acá?, ¡te dije que no vinieras!
Agustín: Bueno, ta… perdón, pero ahora ya está, ya vine…
Rocío: Bueno, ahora seguí el plan.

Tomás: ¡Chiquilines acuérdense!, a las once subimos al salón de informática, y de ahí a nuestro salón y ahí investigamos.

 -Coreografía- Por Florencia Rizzo y Estefanía Torres.

Leandro: ¿Quieres bailar Bethania?
Bethania: Sí, bueno, un poco.
Agustín trata de sacar a bailar a Loli, sin éxito.

Escena VII
Narrador. Eran las once, el plan se ponía en marcha. Disimuladamente, los  chicos fueron al salón de informática. Después fueron al salón 5.
Mientras, la música se apagaba, y todos los demás se iban.
Al entrar, la Luna menguante se colaba por la ventana, y clase yacía en penumbras.

Verónica: ¡Loli, prendé la luz!
Loli: ¡No prende, no prende!
Antonella: Haber, déjame a mi… ¡no gurises, no prende!
Guzman: Que suerte que traigo mi linterna conmigo.
Camila: ¡Bueno, prendela!
Leandro: ¡¡Miren!!
Apunta con su dedo al pizarrón: en el estaba escrito “¿A QUÉ DEBEN ESTA VISITA?”
Todos se asustan. Antonella se asusta demasiado y su hermana la tranquiliza.
Camila: Vámonos, gurises Antonella esta mal abran la puerta.
Guzman: Si vámonos, esto de está dando mucho miedo…
Intentan abrir la puerta.
Tomás: Gurises…
Todos: ¿¡QUÉ!?
Tomás: No abre…
Rocío: ¿¡Cómo que no abre!?
Tomás: Sí, no abre… estamos trancados.
Bethania: ¡Ahhh!
Leandro: ¿Qué te pasa Bethania, estás bien? (le pasa la mano por el hombro)
Bethania: Algo… me… tocó, algo me tocó el hombro…
Todos voltean y notan que en el pizarrón aparece escrito: “Hasta que estén dispuestos a ayudarme… no se irán”.
Todos entran en pánico. Surge una luz, y aparece el fantasma.

Verónica: Es el fantasma de… ¿Don Eleuterio Güilcen, el fundador del colegio?
Fantasma: Sí, yo a ustedes ya los conozco. Tranquilos, no les haré daño. Necesito que me ayuden a encontrar mi diario…
Leandro: ¿Qué diario?, y ¿por qué está perdido?
Fantasma: Si, un diario personal, donde escribí como construí y como fundé esta institución. Como es muy antiguo, y además un documento nacional, su valor es muy elevado, osea que si alguien malo lo encuentra, podría venderlo por mucho dinero.
Yo a mi diario, lo escondí en un lugar muy especial, ustedes seguro lo conocen.
Para poder encontrar mi diario, es necesario ayudarse con un mapa, y una nota…
Bethania: Y… ¿que dice esa nota, y  de que es ese mapa?
Fantasmas: Ambas hablan de cómo llegar al diario.
Niños, sospecho que alguien lo busca y con malas intenciones.
Su deber es encontrarlo antes que esas personas y entregárselo a Carmela, la bibliotecaria.
Rocío: Sí señor, será un placer ayudarlo, pero ¿donde está ese mapa y esa nota?
Fantasma: Vallan a la biblioteca del liceo y pídanle a Carmela, ella los va a ayudar.
Se sienten pasos en la escalera. Viene Juan.
Fantasma sale de escena.

Escena VIII
Juan: Chiquilines ¿están ahí?
Verónica: Tranquilo Juan, estamos bien, nos quedamos trancados, necesitamos que nos abras.
Juan: Bueno tranquilos voy a buscar la llave abajo.
Abre la puerta.
Juan: Listo, vamos, bajen rápido, que sus padres están abajo esperando.
Narrador: Los chicos mintieron a sus padres. Dijeron que subieron a contar historias de miedo, y el adscripto, cerró todo con llave todos salones, pensando que no había nadie.
Por suerte todos lo creyeron. Y así, los chicos zafaron de un castigo casi seguro.

Escena IX
Van a la plaza.
Lea: Hola, ¿cómo andan? ¿Les molesta que los acompañe?
Todos: No, claro, vení, acompáñanos.
Lea: Guzman ya me contó todo lo ocurrido ayer… ¿Seguros que quieren ayudarlo?, podría ser muy peligroso…
Bethania: No, para mí hay que olvidar todo, y tá.
Leandro: Si es verdad, Betha tiene razón.
Rocío: Gurises, no sean tontos, no ven que hasta que encontremos su diario, Don Eleuterio no va a descansar en paz.
Camila: Es verdad, déjense de una vez de ser niños chicos y miedosos.
Betha: Bueno, está bien.
Leandro: Si Betha dice que sí, yo también.
Guzman: Bueno entonces hagamos una cosa, vayan a la biblioteca: Verónica, Bethania, Camila, y Rocío.

Escena X
Las chicas están el la biblioteca y sin rodeos van a hablar con Carmela.
Todas: Hola, Carmela.
Carmela: Hola, niñas, ¿como están?, ¿necesitan algún libro?
Verónica: Bien, no exactamente un libro, pero necesitamos información sobre Eleuterio Güilcen… el fundador…
Carmela: Ahh… Eleuterio… Vengan, pasen a mi oficina.
Entran.
Camila: Andamos en busca de la nota y el mapa que dejó Don Eleuterio.
Carmela: Si, ya se los traigo…
Carmela revuelve entre libros.
Rocío: Bueno, pero antes, ¿nos podría contar algo de la vida de Eleuterio…?
Carmela: Miren, la historia es muy larga, pero si tienen tiempo, se las cuento.
Verónica: Si, tenemos tiempo, contanos
Carmela: Eleuterio nació allá en el 1948, hijo de Fernanda López y Mario Güilcen, dos comerciantes, muy ricos por cierto. Eleuterio fue creciendo, estudió magisterio y a los 25 años se recibió de maestro. Comenzó a trabajar en un convento que por aquellos años estaba al lado de la parroquia donde actualmente es donde funciona el liceo.
Hasta que ya con 37 años, el párroco de la iglesia, le propuso una sociedad entre ambos, que consistía en tirar abajo el convento y construir sobre él, un Colegio y Liceo privado y católico.
Don Eleuterio accedió y mientras el instituto se construía, fue escribiendo un diario.
El párroco, además, le pidió a Eleuterio también que fuera el director del tan ansiado  instituto, propuesta a la que accedió.
Camila: Es importante como sabe usted de el, yo creo gurisas que con esto es suficiente…
Carmela: Pues, sí, se mucho porque soy su hija…
Todas: ¡ENSERIO!
Carmela: Sí, parecerá raro, pero sí… Tomen acá están el mapa y la nota.
Bethania: Carmela, una pregunta, más o menos, ¿cuanto sale el diario?
Carmela: Y, tiene sus años, y por eso es un documento MUY importante, yo le estimo que unos $100.000.
Camila: Pero, ¿nadie a querido buscarlo antes?
Carmela: No, porque la única que posee el mapa y la nota soy yo, y el me pidió antes de morir que no se la entregara a nadie… pero ustedes me esbozan una confianza especial, espero no me equivoque.
Verónica: No, quédese tranquila, lo que está haciendo beneficiará a su padre en lo absoluto… será difícil de creer, pero la noche del baile, nos comunicamos con su padre, y nos pidió que encontráramos su diario y que se lo entregáramos a usted… pues cree que alguien malvado lo codicia… y supongo que confía en usted, después de todo, es usted su hija, ¿no?
Carmela: Si chicas, tranquilas, una vez tuve la experiencia de volverlo a ver… (Mirada triste y perdida)
Confío en ustedes.
Bethania: Bueno, muchas gracias, quédese tranquila, en cuanto lo encontremos, se lo traemos.

Escena XI
Narrador: Los chicos, habían quedado de verse a las 7 pm en la entrada del liceo.


Leandro: ¿Trajeron todo lo acordado?
Todos: “SIP”
Tomás: Ustedes chiquilinas, ¿consiguieron la nota y el mapa?
Todas: Sí.
Antonella: Traje unos bizcochos, para comer antes, y sándwiches.
Loli: Yo traje un botiquín.
Antonella: ¡Jaja! ¡Que prevenida!
Guzman: Yo traje una linterna, y a Lea.
Leandro: Yo un teléfono por las dudas…
Rocío: Y vos Agustín, ¿Qué trajiste?
Agustín: Eh… yo… traje… traje… ay para, no me sale…
Bethania: No travistes nada ¿no?...
Agustín: No, jeje…
Guzman: Bueno, entonces, ¿qué esperan para ver el mapa y la nota?
Loli: La nota dice así:El que lea esto, espero yo, tenga buenas intenciones… Solo alumnos de esta institución, podrán tocar mi diario, si no, este se autodestruirá... si lo encuentran, por favor, llévelo a salvo con Carmela, la bibliotecaria.”
Rocío: Gurises, ¡el diario está en la parroquia!
Agustín: Miren, ¡está en el pasaje entre el salón parroquial y la iglesia!

Narrador: Salieron todos disparando al pasaje que une al salón parroquial con la iglesia, entonces se encontraron con la Prof. De Biología.

Tomás: ¿Profe? ¿Que hace usted acá?
Leandro en secreto a Guzman: ¡Esta que se valla a estudiar las células!
Prof.: ¡Ah!, miren lo que tengo acá…
Antonella: ¡Tiene el diario!
Bethania: Y como no es alumna del colegio, ni del liceo…
Camila: ¡El diario se autodestruirá!
Rocío: No, por favor no lo abra, o se autodestruirá… por lo que más quiera Profe ¡no lo abra!
Prof.: ¡Hay no digan pavadas, ¿saben la plata que voy a ganar editando este libro?, jajaja, ¡MUCHA!
Leandro: ¡Todos!... ¡a quitarle el libro a la Profe!, ay, ¡siempre quise decir eso!


Narrador: Resultó ser que la Prof. De biología Luisana, tenía el diario, pero a los cinchones lograron quitárselo. Luego de los cinchones, Loli descubrió que entre la oscuridad de Aquila sala, se asomaba aquella misma luz que la noche en la que conocieron a Eleuterio. Sí, era el fantasma.

Loli: ¡Miren!, ¿quién es?
Antonella: ¡Eleuterio!
Fantasma: Ahora ven porque siempre me manifestaba en su clase de biología, estaba seguro que era ella quien quería robarlo. Chicos, vayan a la entrada, allí les espera Carmela, de ella me ocupo yo. Le daré un buen susto.
Todos corren al colegio.
Carmela: Hola chicos, ¿como les fue?
Vero: Bien, vengan esperemos a Don Eleuterio, vamos a la actual dirección.
Ya ahí, le entregan el diario a Carmela. Y viene Eleuterio.
Se saludan cariñosamente padre e hija.
Carmela: Ahora entiendo, por eso vos hablabas de que 11 adolescentes algún día te harían un favor… pensé que estabas un poco loco. Perdón (se abrazan).
Fantasma: Bueno chicos, MUCHAS GRACIAS, no saben cuanto les agradecemos esto Carmela y yo…
Camila: De nada y lo digo de parte de todos, fue un placer conocerlo.
Leandro: Hasta la próxima, y espero que para ese entonces, Betha y yo ya seamos novios, ¡jajaja!
Todos se ríen, y Bethania se pone colorada.
Don Eleuterio los saluda y se esfuma en el aire.
Casi todas las chicas lloran de la emoción. Se abrazan todos junto a Carmela.
Ahí se marchan todos, menos Leandro y Bethania.
Leandro: Chau Betha, hasta el lunes.
Bethania: ¡Espera!
Leandro: ¿Qué?
Bethania Le da un beso en el cachete y le dice: “después hablamos”
Leandro se sorprende.
Escena XII
Narrador: Días después, Carmela, empezó a exponer el diario, en una vidriera, muy segura.
La Prof. De Biología renunció, y vino un profesor de bigotes y muy serio a suplantarla.
Bethania y Leandro, ya andan por ahí de la mano.
Los demás siguen saliendo y juntándose a divertirse.
De Don Eleuterio, no se supo más, pero, saben que el etá bien en algún lado…
¡Hasta el próximo misterio!